22/7/12

Viaje al otro lado del océano

Hi! Aquí TinkerBell de vuelta de su viaje al otro lado del océano para contaros un poquito lo que hice.
Volvimos ayer de madrugada, pero yo tenía la sensación de que era viernes por la tarde. Quizá la diferencia horaria es lo que más me impresionó. Mientras que aquí estaba amaneciendo, allí eran las 2:00 de la mañana. Por eso hay que dormir en el avión, para ajustar un poco la hora. Pero el avión es incómodo y no fui capaz de dormirme, solo daba cabezazos, cambiaba de postura cada dos por tres y nada. Acabé con el cuello y los hombros doloridos de las ocho horas de vuelo.
El viaje de ida no fue tan duro. No recuerdo haberlo pasado mal, incluso se pasó rápido. Al principio el tiempo pasa despacio, las dos primeras horas se te hacen interminables. El avión era enorme, ¡de dos plantas! Y a nosotros nos tocó en la planta de arriba. Allí no tenían pantallas para las películas, así que nos dieron una PSP a quien quisiera y no tuvimos que pagar por los cascos.
Vi In time, comimos, me puse los cascos para dormir un poquito y vi Moulin rouge, aunque casi no me dio tiempo a terminarla porque ya llegamos al aeropuerto de Punta Cana.
Lo primero que noté nada más salir de avión fue el calor pegajoso de playa, y eso ya fue suficiente para que se me encrespara el pelo.
Otra cosa muy llamativa es el habla de los dominicanos. Allí no dicen beber, sino chupar. Todo el día chupando, quien no chupa le chupan, y cosas así. Al principio no tenía ni idea de a qué se refería... Y cada vez que veía a algún trabajador del hotel me acordaba de mi amiga que el año pasado se fue allí y no he podido verla. Porque no salimos del complejo. No, no salimos, pero era tan grande que tenías de todo. Además, se hacía difícil desplazarse por el calor.
Hacía un calor horrible, aunque por las tardes te compensaba, pero todas las mañanas era un lucha. "Yo contra el sol y la humedad".


Los primeros días se hicieron algo difíciles. No sé que me pasa últimamente, pero me encuentro mal a cada rato. Mi padre y yo nos pusimos algo pachuchos, de la tripa... yo lo pasaba fatal por las mañanas y a la hora de comer. Se me hacía una bola en la garganta y me mareaba. Pero eso también me pasaba en aquí en casa, como he dicho, a cada rato.
El caso es que luego por la tarde se nos pasaba. Nos bañamos en la playa y en la piscina, a pesar de las increíbles olas que había.
La playa estaba prácticamente al lado. Altas palmeras, arena fina y blanquita. La orilla era de azul claro, aunque no se notaba mucho porque los días que estuvimos hacía mucho oleaje. Se me perdieron las gafas de bucear, las de la piscina... daba gusto contemplar la orilla con esas olas tan majestuosas.
Me encanta la forma que hacen cuando rompen en la orilla, y el brillo que dejan sobre la arena cuando se retiran.
Había olvidado lo hermoso que era.

Por cierto, el agua era perfecta. Ni caliente ni helada. Perfecta.
Descubrimos el paraíso adentrándonos en un camino por la jungla. La forma del hotel era alargada, y nosotros estábamos en la parte interior, justo al lado de la playa. Sin embargo, había mucho más hotel que no habíamos visto. Había un corto y fresco paseo entre los manglares, hasta llegar a un zona casi desértica que a algunos les podría parecer aburrida, pero a mí me parecía solo tranquila. Acabamos por ir allí todas las noches a cenar, menos el día de mi cumpleaños.


Ese día me encontré mejor, mucho mejor. Había crepes recién hechos para desayunar, fuimos a la playa y a la piscina por la mañana, ¡me regalaron internet! Ya me habían regalado unas gafas de sol por adelantado. Me regalaron internet para ver si me habían admitido en la universidad. ¡¡En año que viene seré universitaria!! Al final estudiaré Ingeniería Ambiental. Pero esa es otra historia.
Por la tarde fuimos a jugar al tenis, para liberar tensiones y hacer algo nuevo. Por la noche, me puse el vestido que llevé a la graduación que no os enseñé, y nos fuimos a cenar a un restaurante de pescados a pie de playa. La comida allí era exquisita.
Luego el tiempo pasó rápido, a pesar de que allí todo se hacía interminable. Nos fijábamos en todo: en los biquinis de algunas, en lo que otros hacían... teníamos algunas caras fichadas a las que habíamos puesto "apodos". Por ejemplo, había unas rusas que iban con su madre o su tía que todas las mañanas se las pasaban en la playa con unos pañuelos envueltos al moño alto. Esas eran "las de los turbantes". Eran un poco creídas.
Luego había un estadounidense, con pinta de alemán para mí, que medía más de tres metros por lo menos. A todos los camareros les llamaba la atención su estatura. Iba con su familia, la típica familia con algunos miembros obesos. Estaban obesos, de verdad y sin ofender. Decía que había jugado en la NBA.
También había una mujer mayor que se la veía correr de un lado para otro, con sus zapatillas de deporte. La mujer estaba como un roble. Musculosa y bien fuerte para su edad. Yo, no sé porque, cada vez que la veía me recordaba a Terminator.
Me leí dos libros enteros, así que pronto haré reseñas nuevas e interesantes.


El último día fue el más extraño de todos. Nos bañamos en la playa y nos subimos a la habitación para hacer las maletas. Hasta la hora de comer hicimos algunas compras para los amigos y los familiares. Mi madre cree que nos timaron porque, como no cambiamos euros por dólares, sino euros por pesos dominicanos que nadie los usaba, parece que nos cobraron de más. En fin, yo pienso que compramos demasiado.
El avión despegó a las 6:00 de la tarde y volvimos aquí a las 7:00 de la mañana, cuando allí eran la 1 de la mañana. Ahora comprenderéis el descontrol horario que tengo...
Para mí hoy es sábado, no domingo, porque parece que ayer, cuando llegamos a Madrid de madrugada, teníamos la sensación de que era por la tarde y que nos habíamos bañado por la mañana. ¡Esa mañana!
Sin duda, un trayecto tan largo agota, pero creo que mereció la pena haber ido. Me sentí más cerca de mi amiga.
Un viaje que nunca olvidaré, aunque las huellas que dejé en la orilla se hayan borrado.

5 comentarios:

  1. Venía por aquí de incógnito para decirte que... ¡tienes un premio en my blog!

    Pásate por aquí:

    http://lasmilyunasonrisas.blogspot.com.es/2012/07/quinto-premio.html

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  2. Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ^^ Me alegro de que te lo pasaras bien =3

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  3. Ualaaaaaa qué pasada de viaje! Por las fotos tiene una pinta ese lugar. Ays, yo no soy mucho de playa pero un viaje a un ligar así es como obligatorio hacerlo, jajaja.

    Qué pena que te encontraras mal... No sería por el jet lag no? si dices que también te pasaba en casa...

    A mi lo que más me fastidiaría sería tantas horas en el avión, sobretodo porque me da miedo ir en avión xD. Ya me estoy mentalizando por si voy el año que viene a ver a mis tíos de California, uff...

    Bueno, que me gustaron mucho las fotos, y me he reído con el vídeo me ha hecho gracia que cantaras, muy bueno XP

    Besos guapa n.n

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  4. Hola!!, te escribo desde el blog literario La Biblioteca de la Morgue, un blog en el que podrás encontrar reseñas literarias, críticas de películas, concursos y muchas secciones más, ¿Te unes?. Yo te sigo desde ya. Espero que te guste mi espacio ^^

    ¡Nos leemos!

    Bisous

    La Biblioteca de la Morgue

    ResponderEliminar
  5. Hola!! que bueno que lo hayas pasado lindo :) si que es hermoso el lugar!
    Ah quiero la remera de la foto! :D la de la bandera Británica jeje :)
    Saludos!!

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